BALDUR'S GATE 3 EN LA INDUSTRIA AAA

No es una sorpresa que Larian Studios, el desarrollador de videojuegos que nos trajo la saga de Divinity, nos haya dado una entrega como Baldur’s Gate 3. El nivel de pulidez y la exorbitante abundancia de contenido nos hace pensar seriamente, ¿por qué no todos los estudios triple A nos pueden dar juegos y experiencias de este mismo nivel?

Cerca del lanzamiento completo de Baldur’s Gate 3 el 3 de agosto del 2023, varios desarrolladores salieron a redes sociales para notar que este no debe ser considerado el nuevo estándar para juegos triple A en la industria actual, citando cosas como “este no es la base de un rpg, es una anomalía”. Este sentimiento fue empatizado por otros desarrolladores quienes defendían su postura mencionando el hecho de que, lastimosamente, la mayor parte de los estudios requieren fondos de sus inversionistas o de las empresas que publican sus juegos y estos pueden tener la última palabra al tomar una decisión importante en el desarrollo de un juego.

Por otro lado, algunos fans y consumidores tomaron otra postura, defendiendo el trabajo de Larian Studios comentando que “el consumidor es el que decide el estándar de los productos”. Si bien, fuera de contexto esta oración es correcta, otras personas salieron a la defensa de los desarrolladores atacados, culpando a quienes realmente lo son: las empresas multimillonarias intentando ser siempre más y más ricas.

Este problema está lleno de variables y nada es blanco o negro, podemos estar felices de que un producto como Baldur’s Gate 3 exista pero eso nos hace compararlo inmediatamente con otros juegos en su género como Starfield, la nueva IP de Bethesda. Ambos tienen equipos inmensos de desarrolladores, pero es claro que la calidad y cantidad de contenido es un gran diferenciador entre ambos.

Por muchos años el precio de los videojuegos ha sido el mismo en ciertas regiones, cambiando mayormente por el precio del dólar y otras monedas, pero en Estados Unidos el costo sigue siendo 60 dólares. Tomando esto en cuenta, la diferencia de un juego de hace 10 años comparada con la de ahora es inmensa, el costo de desarrollo ha aumentado pero el de venta no. Para Baldur’s Gate 3 se utilizó una estrategia que es relativamente nueva, lanzar tu juego como early access en un estado sin terminar por el precio completo, de esta manera el estudio recibe retroalimentación desde su consumidor directo y arreglar los bugs que estos mismos puedan encontrar mientras la producción sigue corriendo mientras que el usuario puede disfrutar del juego antes de que este salga, una manera de ganar-ganar. Esto es algo que no todos los desarrolladores se pueden permitir, por permisos con su publisher o terceros.

Al final todo depende de una buena organización entre los equipos de trabajo que existen en un estudio y el cómo acomodan sus ganancias para siempre estar a flote. Podemos pedirle una mejor calidad a los estudios de videojuegos, pero siempre debemos tomar en cuenta que los desarrolladores no tienen el 100% de control sobre las prácticas usadas al momento de hacer un videojuego.

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